Prolapso uterino y vaginismo: dos consecuencias de la misma causa

Lo primero que te comparto, tanto si tienes vulva como pene es: no hagas pipí como si fuera un aspersor del césped. De lo contrario, descolgarás tu suelo pélvico y eso hará que:

Pierdas capacidad orgásmica
Pierdas sensibilidad física en la zona
Pierdas consciencia psico-emocional de la zona
Se te escape el pipí cuando estornudes, seas o no, mayor de 40 años
Cuando seas un abuelito/a/e pierdas totalmente el control de tus esfínteres

Tanto para hacer pipí como caca, sólo hay que aflojar, no hay que empujar. Otra de las maneras de cuidar tu suelo pélvico es no levantarte ni tumbarte directamente; mejor échate hacia el costado izquierdo y apóyate en el brazo para levantarte o tumbarte (en la cama, por ejemplo). Hacer las clásicas abdominales en el gimnasio, puede debilitar (y mucho) tu suelo pélvico, ya que suele ser empujado hacia afuera. Confía mejor en los ejercicios hipopresivos.

Para sentir el tono de tu suelo pélvico, prueba a cortar el pipí unos segundos mientras orinas; la fuerza del corte y el tiempo que puedas aguantar determina la fortaleza de tu músculo pubococcígeo. Si tienes vagina, también puedes tumbarte, introducir dos dedos en tu vagina y abrirlos haciendo una V. Luego, aprieta el suelo pélvico y mira si puedes hacer que tus dedos se unan.

A nivel físico, el principal músculo para sentir placer sexual es el músculo pubococcígeo. Como todo músculo, necesita ser trabajado y tonificado. Y tan malo es que esté siempre tenso (como suelen estarlo nuestras cervicales), como que esté laxo (como suelen estar nuestras abdominales). Tenemos dos tipos de musculatura en el suelo pélvico: la musculatura refleja y la musculatura voluntaria. El músculo pubococcígeo está formado por tres anillos que tienen como función mantener la posición correcta y en suspensión la vejiga, el útero y el recto en contra de la fuerza de la gravedad.

Recuerda que hay, al menos dos tipos de orgasmos: los orgasmos genitales o de descarga y los orgasmos expansivos, que recorren todo el cuerpo, de la cabeza a los pies (e incluso más allá a nivel energético).

Si no prestas atención a tu músculo pubococcígeo (o suelo pélvico) además de limitarte sólo a los orgasmos de descarga y perderte un montón de vivencias, estarás debilitando todo el tercio inferior de tu organismo (digestiones incluidas).

¿Cómo evitar el prolapso vaginal-uterino?

Te propongo un ejercicio que forma parte de la práctica Taoísta, para coger tono en toda tu pelvis. Los pasos son:

Estando en la cama, haz unas respiraciones profundas, sintiendo cómo se eleva tu abdomen y se abre tu diafragma
Inspira y relaja tu músculo pubococcígeo
Espira y contráelo, como si tiraras de él hacia tu cabeza
Si son tus primeras veces, con 3 repeticiones al día es bastante. Conforme vayas cogiendo fortaleza, puedes aumentar hasta 9 o 18 veces (el 3 y los múltiplos de 3, son números de especial potencia, en Medicina China).
Al acabar el ciclo, mantén el suelo pélvico contraído al menos 10 segundos, respirando normalmente
Repite el ciclo 3 veces

Es probable que se te despierten emociones mientras haces el ejercicio: autocontrol, rabia, tristeza.. y es posible que, si tu cuerpo alberga esta memoria, recuerdes algún episodio de abuso sexual. Ponte en contacto conmigo y lo hablamos.

¿Cómo evitar el vaginismo y la eyaculación precoz?

Si por el contrario tu suelo pélvico está contraído constantemente, tanto vaginal, como analmente, necesitas hacer otro ejercicio:

Es importante que no tengas pipí antes de empezar
Haz algunas respiraciones profundas, de las que suben tu abdomen mientras tu diafragma se abre, para relalar el cuerpo
Inspira y contrae ligeramente, como tirando hacia tu cabeza, tu suelo pélvico. Si te cuesta sentir la sensación, puedes poner las manos en la zona, para acompañar el movimiento
Espira y empuja hacia fuera tu músculo pubococcígeo (como cuando vas a hacer caca)
Repite el ejercicio hasta que puedas identificar cómo es la sensación de aflojar o relajar la zona
Repite el ejercicio, inspirando y contrayendo, y espirando y relajando, pero esta vez si empujar hacia afuera, solo sintiendo cómo se suelta y se ensancha por sí mismo.

Es probable que se te despierten emociones mientras haces el ejercicio: impaciencia, palpitaciones, furia.. y es posible que, si tu cuerpo alberga esta memoria, recuerdes algún episodio de abuso sexual.

Tu suelo pélvico es como tus ahorros para la pensión de vejez

Si te fijas, ambos ejercicios tienen un funcionamiento contrario. Y eso es porque, una vez hayas recuperado la fortaleza y elasticidad de todo tu suelo pélvico, podrás hacer ambas prácticas en un pis pas. Además, podrás utilizar la técnica de contraer el suelo pélivo para avivar el fuego sexual tanto en la masturbación (en Taoísmo le llamamos autocultivo, una palabra, a mi parecer, ,más bonita) como en las relaciones sexuales en pareja. Y podrás practicar el Sangrado Menstrual Libre (Freebleeding) sin tener que llevar compresas, ni copa menstrual, ni braga menstrual, ni tampones ni nada de nada. Lo mismo que cuando tienes pipí, pues con la menstruación.

Si sientes que hay algo que no acaba de desbloquearse, ya sea emocional o físicamente, ven a Terapia LNT® para que podamos recuperar todo lo que aloja tu pelvis, incluyendo tu salud sexual.

Gracias por tu lectura

Núria Esther