La Órbita Microcósmica: Ejercicio de Alquimia Interna Taoísta, súper fácil
Estás viva/o/e porque el Qi recorre tu cuerpo y nutre tus órganos. El Qi, es un concepto de la Medicina China que (resumiendo muchííísimo) significa energía. La vida incluye que tu Shen (espíritu, conciencia) habite tu Corazón. El Shen es un concepto también de la Medicina China y el Taoísmo, relacionado con la totalidad de tus emociones y el equilibrio entre cada emoción y cada órgano. Por eso las emociones bloqueadas terminan por agotarnos físicamente y crear enfermedades.
La práctica de la Órbita Microcósmica te va a ayudar incluso a desbloquear emociones diariamente, así que las tengas más conscientes y se te lleven menos. Por experiencia propia, te recomiendo que la hagas con el estómago vacío, en ayunas por la mañana en la cama, o al menos dos horas después de la cena, ya para ir a dormir. Cuando estamos haciendo la digestión, mucha de nuestra energía (el Qi) se focaliza en el Estómago, el Bazo y el Páncreas. Y si tu Qi está ocupado, no es bueno movilizarlo hacia otro sitio.
Para sacarle mayor partido al ejercicio, puedes practicar, antes, los Sonidos Sanadores Taoístas, te van a ayudar a limpiar y liberar emociones, así que la órbita circule mejor.
Desbloquea tu circuito energético
Como te decía puedes practicar tanto en una silla como en la cama. Los pasos son:
- Realiza tres respiraciones profundas, de esas suben el ombligo al inspirar y abren el diafragma. Este es un momento para tí. Desconecta de todo, sólo serán unos minutos, procura estar presente.
- Enfoca la energía de tu mente en el ombligo, es decir, pon el pensamiento ahí y trata de sentir un calorcito en él. Es el Qi. Como dicen los compañeros de Zhi Neng Qi Gong: el Qi se dirige donde se dirige el pensamiento. Puedes ver algún color claro, o una bola de energía o simplemente sentir el calor. Cada persona tenemos nuestro canal de percepción, todo está bien. Si no sientes nada, no importa, sólo visualiza una energía luminosa.
- Pon toda tu atención en mover el Qi (la bola luminosa, el calor o lo que percibas) desde el ombligo hacia el Palacio Ovárico (Kuan Yuan, punto medio entre los ovarios), si tienes un cuerpo femenino o hacia el Palacio Espérmico (Ping Gong, justo encima del pene) si tienes un cuerpo masculino. No importa si no tienes físicamente algún órgano, ya que energéticamente su presencia permanece.
- Ahora mueve la energía hasta tu perineo, siente una pequeña carretera de energía que comunica ambos puntos.
- Contrae tu músculo perineal y, desde el perineo, mueve el Qi hasta el sacro, siente este trocito de carretera energética. Es muy probable que se active cierta energía sexual en este punto.
- Cambia ahora la respiración, como si sorbieras aire por una pajita, llevando el Qi desde el sacro hasta las lumbares (Ming Men, la puerta de la vida).
- Asciende el Qi hasta la parte trasera del diafragma (vértebra D11, punto DM4) y concéntralo ahí unos momentos.
- Permite que la energía siga subiendo hasta la altura del centro de tu pecho, pero por la espalda (vértebras D5 y D6, punto DM6).
- Deja que el Qi fluya hasta «la joroba» (vértebra C7, punto DM14).
- Sigue subiendo la energía hasta el espacio entre los dos tendones que sujetan la base de tu cráneo (la Almohada de Jade, punto DM17).
- Eleva el Qi hasta tu coronilla (punto DM20) y tómate unos instantes para sentir todo el canal de tu espalda.
- Mueve la energía por tu cerebro hasta el tercer ojo (zona del entrecejo, punto YinTang), sintiendo la activación de la zona.
- Conecta ambos meridianos poniendo la punta de tu lengua en tu paladar, a 1 cm de tus dientes. Ahora puedes sentir cómo desciende la energía del tercer ojo hacia la punta de tu lengua.
- Traga saliva para hacer que el Qi penetre en tu garganta, como si tu saliva fuera la forma física de ese Qi ahora.
- Dirige la energía hacia el centro emocional de tu corazón, en el centro de tu pecho (punto RM17). Puedes poner los dedos ahí y presionar, para liberar emociones (Qi) retenidas.
- Desciende tu atención hasta el plexo solar, sintiendo qué hay ahí.
- Si estas sentad@ haz un cuenco con tus manos debajo del ombligo para recibir el Qi que asciende desde el tercer ojo hasta tus manos. Si estas en la cama puedes hacer lo mismo, inclinando un poco las manos hacia la piel para recoger mejor el Qi.
- Con toda tu atención en el ombligo de nuevo, crea una espiral que se introduzca hacia tus entrañas. Puede ser en el sentido de las agujas del reloj o al revés, ¡experimenta qué te va mejor!
Si tu mente se escapa en pensamientos durante la práctica, puedes ponerte música. Te recomiendo frecuencias binaurales (las trabajamos mucho en el Curso KAT®), sonidos de cuencos tibetanos o sonidos de ballenas. Si necesitas música, que sea música sin letra, para que tu mente no tenga dónde agarrarse.
Si sientes que hay algo que no acaba de desbloquearse, ya sea emocional o físicamente, sientes algun nudo (de llanto, de rabia, de descontrol…) en alguno de los puntos del recorrido de la Órbita Microcósmica o que te cuesta respirar y abrir el pecho, ven a Terapia LNT® para que podamos alinear toda tu salud, incluyendo la salud sexual.
¡Feliz práctica y gracias por tu lectura!
Núria Esther
Núria Esther
Canalizadora energética, psicoterapeuta, acupuntora
Terapeuta Capacitada LNT®
Cursos Activación Kundalini®
Retiro para lesbianas: Freedom Is Mine®
Danza Sexual Terapéutica LGTBIQ+
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